Llamamos naturopatía a la manera tradicional de abordar los problemas de salud, salvo que hoy en día contamos con estudios contrastados, publicaciones científicas y tecnologías que nos permiten comprobar los resultados y lo que es más adecuado para cada persona y cada situación.

Contamos con ejemplos internacionalmente reconocidos como la medicina tradicional china y el ayurveda, que tienen al menos 4000 años de antigüedad.

Hoy en día la naturopatía se ha enriquecido con el aporte de la ciencia y la tecnología y continua aplicando remedios que se han venido utilizando en diferentes culturas y momentos de la humanidad.

Una característica relevante de la naturopatía es que trata a las personas de manera individualizada, buscando el origen de la dolencia en lugar de trabajar únicamente sobre el síntoma. Para esto es necesario ver a la persona en su totalidad ya que un mismo síntoma puede tener distintos orígenes en función de la historia de la persona, la manera en que se alimenta, las vivencias que ha tenido… y, no solo eso, ver un mismo problema, desde diferentes perspectivas (que me aportan las distintas técnicas en las que me he formado), nos va a dar mucha más información sobre su origen.

El objetivo de la naturopatía...

...Es ayudar a la persona a reencontrar su equilibrio; una vez descubierto el origen y solucionado por medio de métodos no invasivos, el cuerpo vuelve a su estado natural de homeostasis.

Las personas que vienen a mi consulta, generalmente son personas con problemas crónicos relacionados, entre otros, con el sistema digestivo, el sistema inmune, el control del peso, procesos inflamatorios y/o trastornos de la piel. El uso de la alimentación, la detoxificación, las plantas, las vitaminas, los oligoelementos y otros complementos, son fundamentales para esta búsqueda del equilibrio de la que hablábamos anteriormente.